El Balanced Scorecard (BSC) funciona como un complemento fundamental de los KPI (Indicadores Clave de Rendimiento, con siglas en inglés). El BSC es una herramienta de gestión que les ayuda a las empresas a traducir su visión y sus objetivos estratégicos en KPIs.
Por lo general, cubre 4 necesidades: el aprendizaje y el crecimiento de la empresa, la mejora de los procesos internos, la satisfacción de los clientes y la consecución de metas financieras.
El Balanced Scorecard reúne en un solo documento indicadores dispares (aunque sólo en apariencia) de una organización. Tales indicadores, sin embargo, están interrelacionados.
El aprendizaje, que refina los procesos internos de una empresa, impulsa al crecimiento. La mejora resultante de los procesos internos conlleva una mayor eficiencia operativa que, a su vez, promueve la satisfacción del cliente y más beneficios financieros.
Asimismo, minimiza la sobrecarga de información al concentrarse en los indicadores realmente cruciales. Esto le confiere a la empresa una visión equilibrada de su prosperidad a largo plazo.
Diversas metas deben fijarse a partir de cada necesidad que el Balanced Scorecard cubre. Entonces, podrán proponerse iniciativas para lograr los objetivos y las métricas podrán ser utilizadas para realizar un seguimiento del progreso.
El Balanced Scorecard es un medio para medir, a largo plazo, la alineación de una empresa respecto de sus objetivos estratégicos. Los beneficios más relevantes de usar un BSC incluyen:
- Mejor planificación estratégica
El Balanced Scorecard constituye una pauta poderosa para planificar y comunicar una estrategia. El modelo de negocio se visualiza en un mapa estratégico que les sirve a los gerentes para considerar las relaciones de causa y efecto entre los distintos objetivos estratégicos.
El proceso de elaboración de un mapa estratégico facilita que se alcance un consenso sobre la totalidad de objetivos estratégicos que se interrelacionan. Los resultados de desempeño, así como los factores clave que guiarán el desempeño futuro, se identifican y aportan una imagen completa de la estrategia.
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- Mejor ejecución de la estrategia
Al disponer de una imagen completa de su estrategia las empresas se vuelven capaces de comunicarla con facilidad, tanto a nivel interno como externo.
Dicha imagen facilita la comprensión de la estrategia y propicia que el personal y las partes interesadas se involucren de lleno en la ejecución y la revisión de la misma. Hay que tener presente que a las personas les resulta difícil ejecutar cualquier estrategia que no comprendan del todo.
El Balanced Scorecard les ayuda a las organizaciones a visualizar mejor sus proyectos e iniciativas en relación con cada uno de sus objetivos estratégicos, lo cual asegura que estén enfocados con más especificidad.
- Mejor gestión de la información
El Balanced Scorecard es útil para que las organizaciones diseñen KPIs para sus múltiples objetivos estratégicos. Esto contribuye a que midan lo que en verdad importa.
Las investigaciones muestran que las empresas con un enfoque BSC tienden a poder valerse de una gestión más eficaz de la información y una mejor toma de decisiones.
- Mejores informes de desempeño
El Balanced Scorecard puede utilizarse para guiar el diseño de paneles e informes de desempeño. Esto garantiza que los informes de gestión se centren en los aspectos estratégicos más importantes y las empresas puedan supervisar mejor la ejecución de su plan.
- Mejor alineación
El Balanced Scorecard les permite a las empresas alinear mejor su estructura organizacional y sus objetivos estratégicos.
Para ejecutar bien un plan, deben conseguir que todas sus unidades y sus funciones se orienten hacia los mismos objetivos. Al implementar el Business Scorecard en tales unidades esto podrá conseguirse, así como vincularse la estrategia con las operaciones.
Un Balanced Scorecard bien aplicado también alineará los procesos organizativos, como el uso de presupuestos, la gestión de riesgos y el análisis en torno a las prioridades estratégicas. Como consecuencia, la organización estará mucho más centrada en el rendimiento de la estrategia.
Cabe hacer patente que la investigación ha demostrado que las organizaciones que se guían por un Balanced Scorecard tienden a superar a aquellas sin un enfoque formal para gestionar su desempeño estratégico.
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